Usualmente una mayoría contestaría que es la rama del derecho público que regula el flujo de personas extranjeras dentro de un territorio extraño. No hay nada más erróneo que esa afirmación.

Usualmente una mayoría contestaría que es la rama del derecho público que regula el flujo de personas extranjeras dentro de un territorio extraño. No hay nada más erróneo que esa afirmación.

El derecho migratorio se encarga de regular ciertamente a los extranjeros en un territorio extraño, pero no se encarga de regular el flujo, los países como México han creado normas de extranjería como la hoy obsoleta Ley General de Población, la Ley de Nacionalidad y la moderna Ley de Migración, sin embargo, no hemos determinado para que existe el derecho migratorio, qué tutela, para qué sirve.

El derecho migratorio tiene por finalidad salvaguardar las fronteras internacionales de los Estados, sin embargo, esto va en contra de los Tratados internacionales de cooperación entre los Estados, por lo que tutelan derechos que si se encuentran plasmados en las Constituciones como es “salvaguardar el estilo de vida”, la soberanía y el estado de Derecho.

Hablando de inmigrantes indocumentados, estos llevan consigo algo más que tres mudas de ropa, llevan con ellos parte de su cultura, la cual, al mezclarse con una cultura ajena transgrede el estilo de vida de los locales, la forma de vida, educación, cultura y hasta la preparación de alimentos es algo que altera el diario acontecer de las comunidades que tocan.

Esto, en visión de los países receptores transgrede su cultura y forma de vida, por lo que se llega a considerar que atentan contra la seguridad nacional.

Estados Unidos emitió en 2006 la norma de seguridad de fronteras para proteger a los ciudadanos estadounidenses de la inmigración ilegal.

Este hecho no es nuevo, hasta 1911 el cruce fronterizo México-Estados Unidos era abierto, motivado por los diversos movimientos revolucionarios el gobierno de los Estados Unidos decidió cerrar su frontera al cruce con México, sin embargo, la historia de los visados llegó hasta después de la primera guerra mundial.

En 1920 Estados Unidos cambió su política de recibir a todos los inmigrantes y comenzó a ser selectivo, que lejano se veía ese tiempo en que el peso plata cotizaba por encima del hoy preciado dólar.

Las relaciones México-Estados Unidos se mantuvieron sin cambios en el libre tránsito en cuanto a turismo y negocios refería, en 1924, al mismo tiempo que se creaba la Border Patrol para salvaguardar la seguridad de los viajeros, se empezaron a utilizar permisos de trabajo que se mantuvieron hasta 1942 en que se crea el programa Brasero, que no era más que un programa de empleo temporal que se mantuvo vigente hasta 1964.

Esto haría creer que en 1965 comenzó el flujo desproporcionado de migrantes hacia nuestro vecino del norte, lo cual también es un error, no fue hasta 1994 en que se da un aumento del flujo de inmigrantes nacionales hacia el norte lo cual se tradujo en un endurecimiento de la frontera.

Nuestro país, es un país de tránsito, nuestros vecinos se encuentran más preocupados por quienes cruzan por territorio mexicano, que del hecho de que nosotros mismos crucemos, no por nada Tijuana-San Diego es el cruce con más movimientos a nivel mundial, más de trecientos millones de cruces legales al año, ¿cuántos serán de forma ilegal en el cercano paso de Tecate?.

Retomando el tema del derecho migratorio, este, como antes decía, tutela nuestro estilo de vida, no sólo lo señalaba la Ley General de Población y las leyes migratorias de Estados Unidos, en España encontramos la Ley de Extranjería 4/2000 y así la propia en cada Estado.

Hoy, la Ley de Migración mexicana ha sido creada para proteger el paso de los transmigrantes que surcan nuestro territorio.

Nada más absurdo que las leyes mexicanas las cuales responden al principio de “hay tres formas de hacer las cosas: la correcta, la incorrecta y a la mexicana”.

Las leyes migratorias no deben diseñarse para proteger a los transmigrantes ilegales, no debemos crear normas para recubrir de legalidad lo que de origen es ilegal.

Los llamados indocumentados transgreden nuestras fronteras y violentan nuestro estado de derecho, cierto es que no atentan contra la seguridad nacional, al menos de origen, pero si atentan contra nuestras leyes y nuestro estilo de vida.

El derecho migratorio existe para protegernos a nosotros de ellos y no a ellos de nosotros, nuestro marco normativo tampoco sirve de ejemplo a Estados Unidos para que vean “que buena onda somos”, por el contrario, pone en entre dicho la seguridad nacional y transfronteriza de ambos Estados.

El gobierno mexicano debe crear normas acordes con el fenómeno social, garantizar y dar facilidades para que los cruces y tránsito por nuestro territorio sea de forma legal y ordenada, en caso contrario, hacer valer nuestro estado de derecho salvaguardando nuestras fronteras, nuestra soberanía y el cumplimiento irrestricto de nuestras normas, de nuestras Instituciones y de nuestro estilo de vida.

Dr. Jorge Carlos Medina Medina