La política migratoria del Estado Mexicano se puede definir como el conjunto de decisiones estratégicas para alcanzar objetivos determinados en favor de los menos favorecidos que desean contribuir y sumarse a nuestra sociedad.

México se encuentra hoy en una encrucijada en lo que a su política migratoria se refiere, siempre ha sido un país que ha privilegiado el respeto a los derechos humanos, el asilo y ser un lugar para el refugio de aquellos que por diversas índoles se han visto obligados a abandonar sus países.

México ocupa un sitio geográfico estratégico, los casi dos millones de kilómetros cuadrados de nuestro territorio tienen todos los climas y variedades de flora y fauna, así como la salida a ambos océanos lo que nos permite tener una capacidad de comercio con todos los continentes, aparte de sitios turísticos privilegiados tanto en mar como en montaña.

El México de 2019 enfrenta un nuevo reto para nuestra política migratoria, el ingreso a nuestro territorio debe ser ordenado y organizado, es decir, utilizar las rutas de ingreso destinado al cruce de personas o de mercancías (en el caso de los puertos).

En México, la omisión a este precepto no es un delito (a diferencia de Estados Unidos) en el caso de México es una falta administrativa, tenemos diversos programas de regularización de las personas que han ingresado a nuestro territorio de forma irregular, es decir, por sitios distintos a los enunciados con anterioridad.

En cuanto a migración se refiere, somos un país de origen, tránsito y también de destino de migrantes de muchos países, no sólo latinoamericanos, y hemos privilegiado desde siempre la hermandad y protección de todos aquellos que se encuentren en nuestro territorio, defendemos como principios nacionales la no discriminación y el respeto a todas las formas de pensamiento como uno de los principios rectores de nuestra Constitución.

Estos principios no pueden ni deben verse alterados por los colores o banderas enarbolados por partidos o actores políticos porque son los ideales que establecemos como país, como nación, como mexicanos.

Nuestra política migratoria debe prevalecer en favor de los menos favorecidos que desean contribuir y sumarse a nuestra sociedad para construir una nación más sólida en la que prevalezca los principios emanados de la Doctrina Estrada y la libertad y derechos que concede y reconoce nuestro pacto constitucional a toda persona por el simple hecho de serlo y estar situado en nuestro dentro de nuestro territorio, sin menoscabo o distinción alguna.

Dr. Jorge Carlos Medina Medina